Innovación

La innovación está asociada a procesos de generación de riqueza por la vía del cambio y la mejora de los resultados, sin embargo, más recientemente al concepto se le relaciona en función de los objetivos que persigue, en nuestro caso, como un pilar de transformación social.

Según la UNESCO, “la innovación educativa es un acto deliberado y planificado de solución de problemas, que apunta a lograr mayor calidad en los aprendizajes de los estudiantes, superando el paradigma tradicional. Implica trascender el conocimiento academicista y pasar del aprendizaje pasivo del estudiante a una concepción donde el aprendizaje es interacción y se construye entre todos”.


Inclusión

La inclusión implica acciones dirigidas a eliminar barreras que aumenten la participación y reduzcan la exclusión en la comunidad, lo mismo que repensar y reestructurar prácticas culturales para que valoren y atiendan la diversidad.

Entre las categorías de inclusión más desarrolladas en el plano teórico y de las políticas públicas están la inclusión social, la productiva y la educativa. Sobre esta última, la Unesco recuerda que el Objetivo de Desarrollo Sostenible 4, relativo a la Educación, y el Marco de Acción Educación 2030, hacen énfasis en que la inclusión y la igualdad son cimientos de una enseñanza de calidad.

Para llegar a grupos de excluidos y proporcionarles una educación de calidad es clave elaborar y aplicar políticas y programas inclusivos que eliminan obstáculos a la participación y el rendimiento de los educandos, valoren la diversidad de sus necesidades, capacidades y particularidades, y eliminan todas las formas de discriminación en el ámbito del aprendizaje.


Participación

La participación es un derecho constitucional y en la formulación de la política se le considera un elemento clave en cuanto son los ciudadanos y ciudadanas quienes se benefician o afectan por la realidad que pretende intervenir la política. Es con ellos con quienes se construyen acuerdos sobre problemas, oportunidades y estrategias de acción.

Según el documento “Guía para la formulación e implementación de políticas públicas del Distrito” (De Bogotá), “en un proceso de política pública es importante elevar la discusión más allá de los intereses particulares o sectoriales para lograr un acuerdo común y obtener la repartición equitativa de los beneficios directos e indirectos de la política. Por lo anterior, la participación de la ciudadanía, organizaciones, sectores y actores no debe centrarse solo en la etapa de agenda pública; esta participación debe garantizarse durante todas las etapas del ciclo de política pública”.


Diversidad

Esta noción hace referencia a la diferencia, la variedad, la abundancia de cosas distintas. Como lo señala la OEA en su Guía de Comunicación Inclusiva, la diversidad enriquece y favorece el desarrollo humano, la inclusión y la justicia social.

Algunos grupos representantes de diversidad: – ­Personas LGBTI (Diversidad sexual, identidades de género, expresiones de género y características sexuales no normativas)
– Personas con discapacidad
– Personas en situación de movilidad humana (migrantes)
– Personas mayores (Generaciones – Adultos mayores)
– Pueblos indígenas (Diversidad étnica)
– Personas afrodescendientes (Diversidad étnica)
– Diversidad Cultural